"What do I do next?" said the Bishop to the Priest,
"I have spent my whole life waiting, preparing for the Feast,
And now you say Jerusalem has fallen and is lost,
The King of Heathen Saracen has seized the holy cross."
Then the Priest said
"Oh my Bishop, we must put them to the sword,
For God in all his mercy will find a just reward,
For the Noblemen and sinners, and Knights of ready hand
Who will be the Lord's Crusader,
send word throughout all the land,
Jerusalem is lost,
Jerusalem is lost,
Jerusalem is lost;"
"Tell me what to do", said the King upon his throne,
"but speak to me in whispers for we are not alone,
They tell me that Jerusalem has fallen to the hand
Of some bedevilled Eastern heathen who has seized the Holy land;"
Then the Chamberlain said "Lord, we must call upon our foes
In Spain and France and Germany to end our bitter wars,
All Christian men must be as one and gather for the fight,
You will be their leader, begin the battle cry,
Jerusalem is lost,
Jerusalem is lost,
Jerusalem is lost"...
Ooh, high on a hill, in the town of Jerusalem,
There stood Saladin, the King of the Saracens,
Whoring and drinking and snoring and sinking, around him his army lay,
Secure in the knowledge that they had won the day;
A messenger came, blood on his feet and a wound in his chest,
"The Christians are coming!" he said, "I have seen their Cross in the West,"
In a rage Saladin struck him down with his knife
And he said "I know that this man lies,
They quarrel too much, the Christians could never unite!
I am invincible, I am the King,
I am invincible, and I will win..."
Close they came, the army of Richard the Lionheart,
Marching by day and night, with soldiers from every part,
And when the Crusaders came over the mountain and they saw Jerusalem,
They fell to their knees and prayed for her release;
They started the battle at dawn, taking the city by storm,
With horsemen and bowmen and engines of war,
They broke through the city walls,
The Heathens were flying and screaming and dying,
And the Christian swords were strong,
And Saladin ran when he heard their victory song;
"We are invincible, God is the King,
We are invincible, and we will win!"
"What do I do now?" said the Wiseman to the Fool,
"I have spent my whole life waiting, to find the Golden Rule,
Though centuries have disappeared, the memory still remains
Of those enemies together, could it be that way again?"
Then the Fool said "Oh you Wise men, you really make me laugh,
With your talk of vast persuasion and searching through the past,
There is only greed and evil in the men that fight today,
The Song of the Crusader has long since gone away,
Jerusalem is lost,
Jerusalem is lost,
Jerusalem is lost...
Jerusalem."
“Qué hago después?” le dijo el obispo al cura,
“He pasado toda mi vida esperando, preparándome para el festín,
y ahora me dice que Jerusalén cayó y está perdida
el rey de los paganos sarracenos alcanzó la Cruz Sagrada.”
Entonces el cura le dijo,
“Oh señor Obispo, debemos ponerlos frente a la espada,
ya que Dios en su misericordia encontrará una recompensa justa
para los nobles y pecadores, y los caballeros
¿quien será el defensor del Señor,
y enviará su palabra a través de toda la tierra?,
“Jerusalén está perdida,
Jerusalén está perdida,
Jerusalén está perdida.”
“Dime qué hacer”, dijo el Rey desde su trono,
“pero susurra porque no estamos solos,
alguien me dijo que Jerusalén se desvaneció
por algún pagano endemoniado que tomó la tierra sagrada;”
Entonces el chambelán dijo “Señor, debemos llamar a nuestros enemigos
de España y Francia y Alemania para terminar con estas guerra amargas,
todos los cristianos deben actuar como si fueran uno y unirse para luchar,
tú serás su líder, empieza con el grito de guerra,
“Jerusalén está perdida,
Jerusalén está perdida,
Jerusalén está perdida.”
Oh en lo alto de una colina, en el pueblo de Jerusalén,
ahí está Saladin, el rey de los sarracenos,
insultando y bebiendo y gritando, a su lado descansa su ejército,
están seguros que han ganado la batalla del día;
Llega un mensajero, con sangre en su pie y una herida en su pecho,
“los cristianos se acercan!” dijo, vi su Cruz en el Oeste,”
furioso, Saladin lo mata con un cuchillo
y dice “sé que este hombre miente,
los cristianos se pelean demasiado, jamás se unirán!
“Soy invencible, soy el rey,
Soy invencible, y ganaré...”
El ejército de Richard, corazón de león, se acerca,
marchan día y noche, con soldados de distintas partes,
y cuando los defensores llegaron a la montaña y vieron a Jerusalén,
se arrodillaron y rezaron por su liberación,
Comenzaron la batalla al amanecer
con jinetes, arqueros y armas de guerra,
atravesaron las paredes de la ciudad,
los paganos volaban, gritaban y se morían,
y las espadas de los cristianos eran fuertes,
y Saladin corrió cuando escuchó la canción de la victoria;
“Somos invencibles, Dios es el rey,
somos invencibles y ganaremos!”
“¿Qué hago ahora?” Le dijo el sabio al tonto,
“He pasado mi vida entera esperando, para encontrar la regla de oro,
aunque siglos hayan pasado, el recuerdo persiste
de aquellos enemigos juntos, podrá volver a ser de esa manera?”
Entonces el tonto contestó “Oh Hombre sabio, me haces reír,
con tu charla persuasiva y tu búsqueda a través del pasado,
solo hay ambición y maldad en los hombres que pelean hoy,
la canción de los defensores duró lo mismo que ellos,
Jerusalén está perdida,
Jerusalén está perdida,
Jerusalén está perdida,
Jerusalén...