Last night I saw it there, shining in the dark again,
The light that all men seem to fear,
They say that sailors were drowning in the bay,
And people kept away,
Waiting for the riches that a wreck would bring,
When the morning comes,
And on and on that light returns again,
To haunt the ones who would not hear the pain;
I took the old path down, climbing over rocks and stones,
The place I knew when I was young,
And in my fear I had to carry on,
Where no-one else had gone,
Looking in the heart of darkness from above,
To the man inside,
I took my chance and set off for the light,
And started the journey of my life;
And in the darkest hour that light was calling me,
Through the doorway to another world,
And there below me I saw all the days of my life,
Till the moment I stood on the shore,
Worlds away, this was my destiny,
To be back here in another time,
And all around me I saw the faces that I knew,
Reaching out, "there is nothing to fear,"
Worlds away,
Come with me;
Last night I saw it there, shining in the dark again,
The light that all men seem to fear;
Come with me, come with me, come with me...
Anoche, la vi allí, brillando en lo oscuro de nuevo,
la luz que todos los hombres parecen temer,
ellos dicen que los marineros estaban ahogándose en la bahía,
y la gente se mantuvo lejos,
esperando por las riquezas que la marea traería,
cuando llegue la mañana,
y una y otra vez la luz vuelve,
siguiendo a aquellos quienes no quisieron oír el dolor;
Bajé por el viejo camino, trepando sobre rocas y piedras,
el lugar que conocí cuando era joven,
y a pesar de mi temor tuve que seguir,
donde nadie más ha ido,
buscando en el corazón de oscuridad desde arriba,
hacia el hombre interior,
tuve oportunidad y salí hacia la luz,
y comenzó el viaje de mi vida;
Y en la hora más oscura aquella luz estuvo llamándome,
atravesando la puerta hacia otro mundo,
y debajo mío vi todos los días de mi vida,
desde el momento en que estuve en la costa,
lejos de estos mundos, ese era mi destino,
para regresar aquí, en otro tiempo,
y alrededor mío vi las caras de todos lo que conocía,
extendiéndome la mano “no hay nada que temer”
más allá de estos mundo,
ven conmigo,
Anoche la vi allí, brillando en lo oscuro de nuevo,
la luz que todos los hombres parecen temer;
Ven conmigo, ven conmigo, ven conmigo